Para ver al nomo cargado con su tomo al lomo,
me enmaromo, embromo y asomo desde el aromo.
Y yo me reconcomo y de miedo me carcomo.

Ay! Qué fogosa es la lluvia que acosa
tormentosa como cosa impetuosa y calamitosa

Soñadoras desde ramas y a deshoras
son las ranas trepadoras, deseadoras
de mejoras a sus artes voladoras.

Mucho miedo!
Con el relámpago del cielo me hago hielo,
quebrándome de miedo, pues me aterro
me caliento y me congelo, y de tanto miedo
se me entiesa el pelo y hasta me quedo lelo.

El agua de Matalahua se hace mala agua
con la mata del agua de Matalahua

Se pierde en el mar el marino que pinto,
lo pinto de noche, mal y mal encarado,
pues se siente desamparado y ya extinto.
Todo es noche, nada es claro ni distinto,
y claro, no entró al aro y va sin amparo
y morirá, sin reparo si no ve la luz del faro

Yo que soy verde te digo
que conmigo te encantas
soy para ti abrigo, amigo
y te digo: sin mí no aguantas
ni vives, ni respiras, ni cantas

Rayos iluminadores allí te van, galán,
para que avizores y explores flores
de colores y de ellas te enamores
sin que llores ni te deteriores con los dolores,
galán, pues hay cosas mejores.