Nací en Mérida, Yucatán, México. Mis padres me esperaban el 13 de junio de 1948, día de San Antonio, pero me retrasé hasta el 15, y éste no ha sido único retraso de mi vida. Pero aquí sólo les contaré de algunas de las maravillas, aunque sencillas, de mi familia y de mi vida.

Mi papá

Uno de mis primeros recuerdos es el de una noche en Mérida, yendo por el Paseo Montejo cargado por mi padre, y haciéndome el dormido para que no dejara de cargarme. Ese recuerdo entrañable no me abandonará jamás. Él se llamaba Iván y era restaurador de esculturas arqueológicas, principalmente totonacas del centro de Veracruz. En la casa a veces había muchas caritas sonrientes que parecían venidas del tiempo antiguo para hacerlo a uno feliz. Mi papá las componía para que se vieran presentables después de tantos siglos de estar guardadas en la tierra.

Mi mamá

Engalanaba la mesa con frecuencia, era cocinera experta. Se llamaba Carmen y quizá sus mayores especialidades fueron nutrirnos, bendecirnos y dejarnos libres a mí y a mis hermanos. La recuerdo entre los azahares de las naranjas y las "naranjas agrias" de nuestra tierra. Cuando llegaron tiempos de penuria económica me fue fácil hacer míos aquellos versos de Neruda dedicados a su "mamadre": "Ibas desgranando el áspero cereal de la pobreza como si hubieras ido repartiendo un río de diamantes".

El mar y el eterno amanecer

De Yucatán recuerdo frutas, caballos y un mar de colores con playas llenas de conchas, caracoles y fina arena. Siempre me he sentido invitado a recorrer descalzo playas de Progrso, Sisal, Santa Clara y muchos puertos más. Muchas veces he caminado por esas costas hacia el oriente, entre lo más oscuro de la noche antes del amanecer, que en maya se dice "ek'o ch'enil usastal". Y esto significa para mí que, pese a todo, siempre volverá la transparencia del día. Esa ha sido una de las más grandes bendiciones de mi vida.

Mis hermanos

Tuve la buena suerte de tener tres hermanos que han sabido ser buenos amigos. Siempre he sentido su cariño. Sé que cuento con ellos, que son personas de bien. Estudiosos, profesores los tres. El mayor es abogado, sociólogo, autor de muchos libros y también poeta de altura; les sigue otro hermano amigo dedicado a la comunicación, a la política y a dar clases, es de una gran nobleza y también es un buen poeta; luego llegué yo y después el "xt'up", como en maya de Yucatán se dice "el más pequeño", que estudió psicología y siempre ha tenido grupos que lo admiran y lo quieren por sus dones de terapeuta. Ya sea que mis hermanos estén cerca o lejos, siempre sé que cuento con la solidaridad y el cariño de ellos.

Jardín de Niños José Antonio Paoli Bolio en Chiapas

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