Reflexión del maestro

Libro de Segundo página 37

En el enfoque comunicativo y funcional que se aplica en la educación primaria, todos los niños y niñas del salón son un equipo de trabajo. La verticalidad maestro-alumno ya no es tajante como en el pasado. El maestro requiere constantemente de la colaboración de los niños para trabajar. De alguna manera los niños deben hacerse conscientes de esto: todos somos equipo para aprender y educarnos. Hemos empezado a trabajar para que las familias, cada vez más, sean también parte de este equipo integrado, conscientemente y en la práctica.

La unidad supone armonía que se orienta hacia el desempeño de una tarea, es integración y división de funciones en el proceso de lograr algo. Esa organización de la unidad constituye al equipo.

Las personas unidas quieren el bien de todo el grupo y frecuentemente no sólo de su grupo sin de muchos más, saben que no sólo trabajan para sí mismas, sino para todo su equipo.

Al buscar el bien del conjunto son generosas.

Es muy importante que todos perciban su aporte a fin de que sientan vivamente la pertenencia al grupo y satisfacción en esa pertenencia.

Cada participante debe tener alguna noción de su capacidad de ayudar al proceso general, de ser soporte. Esto mejorará notablemente la autoestima de nuestros alumnos. Al mismo tiempo que ellos experimentan y entienden cada vez más estas cosas, es fundamental que también las vean en los relatos que trabajan y se concentren en diversas formas de unidad y colaboración.