Pensar los Valores - Amistad

Reflexión del maestro

Libro de Tercero página 14

La amistad –decía Aristóteles– “es la cosa más necesaria en la vida. Sin amigos nadie escogería vivir, aunque tuviera todos los bienes restantes.”

Normalmente, cuando uno llega con los amigos, se siente apreciado y de antemano convidado a volver, satisfecho de encontrarlos.

Llegar con ellos así es ya una forma de descanso. Entre amigos siempre hay confianza, por lo menos para tratar algunos temas y problemas.

Es común que uno ya prevea sus acciones y reacciones porque los conoce. Por eso mismo hay que tratar de que sus reacciones sean positivas. La colaboración mutua es uno de los valores que hacen más fuerte la amistad, junto con el respeto, el contento, la celebración, la fiesta, el buen deseo.

El respeto es un valor muy importante para que la amistad crezca y sea profunda. La amistad supone una combinación de confianza y respeto, de no agresión, de reconocimiento de las virtudes del compañero. Experimentar en la vida práctica una relación donde estos valores estén cotidianamente presentes es vivir una amistad con plenitud. Cuando se vive en esta condición automáticamente se colabora con los amigos y esa colaboración brinda normalmente satisfacción profunda.

Es importante crear símbolos de la amistad, referencias que en un contexto determinado representen esta relación tan satisfactoria que es la amistad. No basta el aprecio y la consideración general que puede tener el director de la escuela por todos los niños, las personas requieren también de un aprecio personal, en el que se establezcan no sólo relaciones cordiales gracias al buen desempeño de los papeles que la sociedad pide jugar, sino también relaciones interpersonales de tú y yo, mediante las cuales se genere una realidad de aprecio mutuo.

Dar a los amigos la bienvenida es un modo de colaborar con ellos. Que se sientan siempre bienvenidos al llegar con nosotros, para crear juntos una atmósfera de contento.

 

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