Pensar los Valores - Respeto
Reflexión del maestro
Libro de Segundo página 37
Sin respeto no existe la verdadera amistad, aquella que satisface y genera gratitud en los amigos. Es importante subrayar sus cualidades y sus especialidades, pensar y referirse a ellas. Normalmente, cuando alguien se siente respetado, capta que otros ven valor en él, tiende a respetar también, a ser recíproco. Pero cuando, por el contrario, se siente minusvalorado, tiende a reaccionar con amargura, con burla o con agresión abierta. Entonces la amistad es débil. Para fortalecerla promoveremos el mutuo respeto y por consiguiente el mutuo aprecio. Auspiciaremos que los niños descubran diversas identidades que les pueden o no ser comunes.
Cuando descubrimos nuestras respectivas identidades, y notamos que todos nos parecemos en algo, la estima crece y la amistad tiene campo fértil para florecer. La integración en un grupo ayuda al mutuo aprecio y con él al respeto que hace a la amistad más profunda y duradera. Este mutuo aprecio se reafirma de diversas maneras: la cortesía, los buenos modales, la ayuda, la protección y la responsabilidad por el compañero. Estos lazos hacen que se estrechen la fraternidad y la consideración.
El cuidado del ambiente también es una forma de proteger a los demás y de propiciar una mejor calidad de vida. La cooperación social para el mejoramiento del medio es un acto de solidaridad y de respeto que se plasma en la obra común, a través de la cual nos identificamos y nos unimos. Esta integración en la obra común también mejora la propia imagen.
Parece extraño, y poca gente lo nota, pero una condición para respetar a los demás y para que los demás tengan respeto por uno, es que tengamos autorespeto, conciencia profunda del propio valer. Esto nos trae contento, satisfacción; y cuando los otros nos ven contentos es fácil que sean amistosos y se vuelvan nuestros amigos.